Capturan a hombre que intentaba resucitar a dos muertos en Ciénaga (Magdalena)
Ellis Blanco Campo, de 38 años de edad, miembro de una comunidad evangélica en el corregimiento de La Gran Vía, zona bananera, dijo que trataba de cumplir una misión divina. El caso se registró en el cementerio San Miguel, en el centro de la municipalidad, donde el sábado en la tarde habían enterrado los cuerpos de María Puerto de Bonet y Daniel Meza Pardo.
Blanco asistió al funeral del hombre, y allí, asegura, recibió una visión en la que el Señor le ordenaba revivir el cuerpo del muerto.
En pleno velorio, cuenta, intentó resucitarlo por medio de sus oraciones.
"Me puse muy nervioso y por eso la fe me falló", dijo a los periodistas que lo entrevistaron en los calabozos de la Policía de Cienaga donde permanece detenido.
Ellis reveló igualmente que cuando estaban en el cementerio volvió a escuchar la voz que le pedía resucitara el cuerpo sin vida de Daniel Meza.
Pero esta vez fue más exigente y le encomendó que también despertara del 'sueño eterno' a María Pardo, que había sido sepultada esa misma tarde del sábado.
Luego del sepelio decidió quedarse escondido en el campo santo.
Cuando todos se fueron sacó los cuerpos sin vida y comenzó a orar.
Allí se cree que pasó la noche, pues fue ayer a primeras horas cuando algunos vecinos del sector descubrieron la escalofriante escena del hombre orando frente a los dos féretros abiertos.
De inmediato llegó la Policía, que evitó que algunos familiares de los difuntos lo agredieran.
Ante la acusación de profanador de tumbas dijo que el delito es asesinar, no intentar revivir a las muertos.
Su hermana Gladis Blanco contó que cada vez que él ora dice que tiene visiones.
La semana pasada inició un ayuno de 40 días y 40 noches, en otra ocasión tomo un megáfono y se fue por varios pueblos predicando, dijo.
"Duerme poco, le hemos dados sedantes y no le hacen efecto", manifestó la mujer quien está buscando ayuda para internarlo en una clínica de reposo.
Sin embargo, Ellis insiste en que tiene el toque divino para despertar a los muertos y que esta vez no lo alcanzó por culpa de la Policía.
"Cuando saqué a Daniel estaba duro, y cuando la familia lo vio ya estaba blandito, ese proceso iba bien", subraya advirtiendo que si Dios le vuelve a pedir que lo haga estará dispuesto a hacerlo.
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