viernes, 27 de mayo de 2011

La par�bola del basurero

Por: Pastor Raúl Marroquín, noviembre 24, 2010 La parábola del basurero

La actitud que tengamos ante la vida determina los logros que alcancemos. Sin importar dónde trabajes o a qué te dediques, tu buena disposición hace la diferencia. Tengo un amigo con muy buena posición económica y una historia impresionante. Inició como encargado de la limpieza de los baños en la empresa donde trabajó por mucho tiempo. No tenía mayor preparación académica pero se esforzó y poco a poco, ascendió hasta que le dieron la oportunidad de ser vendedor. No tenía experiencia, sin embargo, aprendió de forma autodidacta y con el favor de Dios, en siete años llegó a ser el vendedor número uno. Hay que tener buena actitud para saber aprovechar las  oportunidades que se presentan.

Todos desechamos la basura de nuestras casas. Quienes recogen tu basura, la llevan al vertedero de la ciudad donde hay personas que buscan lo que se pueda reciclar. De hecho, hay empresas que se dedican al negocio del reciclaje y ganan mucho dinero recolectando plástico, aluminio, papel y caucho, entre otros materiales.  Tiramos lo que creemos que ya no tiene valor, pero es un tesoro para otros. Los empresarios que ven la basura como una oportunidad, ahora son millonarios.

Mateo 25:14-28 relata la parábola de los talentos. La Palabra dice que el hombre entregó los talentos de acuerdo a las capacidades de cada uno. Dos de los siervos se arriesgaron y los negociaron, pero el que recibió uno decidió esconderlo. El señor le dijo que había entregado poco para ver la capacidad de cada uno. Lo que tengas, aunque pienses que es poco, puede transformarse en mucho, todo depende de ti.

Siempre pensé que los talentos serían una “oportunidad de oro” como ser asignado en un buen puesto, con oficina, asistente, computadora, etc. Pero no es así. Los talentos son pequeñas oportunidades porque si demostramos ser fieles en lo poco, entonces, seremos puestos en mucho.  No esperes grandes oportunidades para demostrar tu fidelidad y capacidad. Los talentos son sencillas situaciones de servicio en la célula, en el trabajo o en tu hogar. Aprovecha ese momento que tienes para sonreír, atender a tu prójimo, recoger la basura, ser útil en algo, allí están los talentos que te harán crecer. No entierres esas pequeñas oportunidades que pueden convertirse en grandes empresas.

Yo tengo la responsabilidad y el honor de organizar las cruzadas de Noches de Gloria. Es una gran bendición que acepté porque vi la oportunidad de servir, mientras otros no quisieron tomar el riesgo. En algún momento me ofrecieron el reto cuando alguien dijo: “Yo no me animo, me cansé, ya no quiero”. También puedo decir que soy pastor porque alguien no quiso serlo, soy producto del reciclaje.  Siempre veo mucho en lo poco, aunque tarde tiempo en descubrirlo.

Reflexiona: ¿Cuántas oportunidades de servir has desperdiciado en tu trabajo, en la iglesia o en casa?  Algunos esperan con  el reloj en la mano a que sean las cinco de la tarde para salir corriendo de la oficina. ¿Dónde está la milla extra?  Cuando surja la oportunidad de un ascenso, ¿a quién escogerán, al que se va puntual o al que llega temprano y se va tarde? ¡Demuestra que tienes ganas de trabajar para ser tomado en cuenta! Deja la actitud de basurero y asume la de reciclador que toma lo que otros desechan y se hace millonario.

El miedo paraliza al talento y nos hace perder oportunidades. El resultado será que le darán más al quien ya tiene porque ha demostrado ser productivo y fiel. Quien tiene capacidad puede asumir responsabilidades. Si Dios exige más de tu servicio es porque sabe que puedes darlo.

Todo depende del lente con que se vea, así que imagínate con lentes nuevos que te ayuden a ver las cosas con mejor actitud. Dale gracias a Dios por la libertad que tienes, aprende a ver las oportunidades y declara buenas nuevas para tu país y tu vida. Desde ahora serás un siervo útil, lleno de entusiasmo. 


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Validaci�n: palabras de honra y gloria

Por: Pastor José Antonio Putzu, enero 01, 1900 Validación: palabras de honra y gloria

Nuestra boca tiene poder. Las palabras marcan y trazan destinos. Hay influencia en lo que escuchamos y en lo que hablamos.  Es importante cuidar lo que oímos porque nuestra fe se alimenta por los oídos y espiritualmente alimentamos a otros con nuestra boca. Si quieres más fe, escucha más de lo correcto y bueno.

Todos necesitamos ser aceptados y aprobados porque es motivador escuchar que se hable bien de nosotros, que se valore nuestro esfuerzo. Seguramente no hacemos todos bien pero vale la pena ver siempre lo positivo antes que lo negativo.Dios nos valida constantemente y quiere que tú lo imites, validando a otros. 

Hace poco, mi esposa y yo, vimos un cortometraje impactante sobre un joven que  validaba tickets de parqueo en un centro comercial, pero además  se tomaba el tiempo de decirle palabras motivadoras a los portadores, logrando que sonrieran.  Cierta vez, debe tomarse la foto para renovar su licencia y se enamora de la fotógrafa pero no logra que sonría, por el contrario, ella consigue quitarle su sonrisa a él.  Entonces, derrotado, vuelve a su trabajo y lo despiden porque ya no es capaz de decir cosas buenas. Luego, tomándole una foto a cierta pareja, recupera su capacidad de sonreír y provocar felicidad en otros. Es contratado como fotógrafo y logra que sonría una mujer silla de ruedas. En el consultorio del dentista, ve la licencia de alguien con una foto sonriente y busca a la joven, pero en su lugar encuentra a un hombre que le dice: “La despidieron porque empezó a equivocarse”. Finalmente la descubre en la oficina donde se sacan pasaportes. Ella es quien toma las fotos y ¡dice palabras motivadoras a la personas para que sonrían! Le explica que la mujer en silla de ruedas era su madre y al verla sonreír, ella también lo logró. Se besan y luego se ven fotos que se han tomado juntos  y felices al viajar por el mundo.

La voz  de Dios tiene honra y gloria, por eso hace sentir tan bien cuando te habla, así como lo hizo con Jesús al decir: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd”.(Mateo 17:5, 2 Pedro 1:17) .  Mujer, Dios te dice: “Eres  Mi princesa, Mi amada, la mujer de mi vida”. Él te habla con amor, con honra y gloria, no de forma despectiva y corriente. Te valida y exalta.  Varón, eres un príncipe porque tienen el linaje del Rey, compórtate como tal, enfrenta la vida como un vencedor.

Jesús  se enfrentó a una situación incómoda cuando un hombre llamado Natanael dijo refiriéndose a Él: “¿De Nazaret puede salir algo de bueno?” (Juan 1:45-47) que en otras palabras significa: “eres insignificante porque vienes de un lugar donde no puede surgir nada bueno”.  Sin embargo, Jesús lo bendijo diciéndole: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño”. Somos el pueblo y ejército de Dios, nuestra arma es poderosa, tenemos la capacidad de hacer crecer el bien a través de nuestras palabras. ¡No desperdiciemos ese regalo!

Hazte el propósito de cambiar el rostro de las personas  con tus palabras de aliento y fortaleza. Tienes el poder de hacerlo, Dios te lo ha dado por la Palabra que ha puesto en tu boca.Valida a las personas, provoca su fe, brinda un motivo para sonreír. Cuando Dios ve que estás dispuesto a imitarle, te da Palabra profética para quienes te rodean.  Escucha la voz del Señor, dale  tiempo para que te hable, entrégale  tu ticket para que lo valide como sólo Él sabe hacerlo.Deja que el sello de Su Espíritu se impregne en tu corazón

Dios te habla, Sus palabras están llenas de honra y gloria para ti. Él murió en la cruz para borrar tu pecado y  darte el privilegio de atender Su voz.  Respóndele, dile que le entregas tu vida y corazón para que te valide y te provea las palabras justas que otros necesitan. En el nombre de Jesús, bendice  a  tus hermanos en la fe,  valídalos, ofrece todo lo bueno que tu Padre te ha dado porque te ama.   


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La constituci�n del reino

Por: Apóstol Edwin Santiago, marzo 14, 2011 La constitución del reino

Lucas 4:16-21 explica cómo Jesús comenzó Su ministerio entrando a la sinagoga y leyendo
el pasaje de Isaías  61: 1-2. Lo primero era dejar clara su identidad y su misión. Estratégicamente se detuvo antes de leer el verso 3 porque a partir de allí se describe toda la Constitución del Reino.  Lo más importante en ese momento era identificarse para luego dictar las nuevas reglas que anularían las de Satanás que gobernaba desde que Adán le cedió el derecho de hacerlo.  

La Constitución es la norma fundamental escrita y establecida para dirigir una nación. Garantiza al pueblo sus derechos y libertades, así como los límites de relación entre los poderes de gobierno. Tiene supremacía sobre cualquier otra ley posterior. Toda norma contraria queda anulada. No hay ninguna ley más poderosa, por eso es tan importante conocerla y darle valor.

Como cristianos pertenecemos a un Reino gobernado por un Rey poderoso cuya Palabra es ley que no puede cambiar y nos beneficia porque nos ama. Nos regimos por Su Constitución que norma nuestra vida. En ella ha preservado nuestros derechos y libertades, así como nuestra obligaciones.

Jesús vino con la misión de remover el reino de las tinieblas cuya Constitución es matar, hurtar y destruir.  Su plan fue redimir al hombre y restituirle en le Reino de Dios donde la Constitución nos ofrece nueva identidad y salvación. La ley de destrucción y muerte  que operaba sobre ti queda revocada porque hay supremacía en la ley del Señor que dice: “El cielo y la tierra pasarán, más Mi Palabra no pasará”.  Conoce tus derechos y hazlos valer, ¡no los desperdicies por ignorancia y falta de fe!
El primer estatuto de la Constitución tiene que ver con tu identidad (Isaías 61:3) porque habla de darte gloria, ungirte con óleo e investirte con manto de alegría, es decir, celebrar una ceremonia de coronación para que puedas ser Su embajador. La Palabra dice “y nos hizo reyes” porque tenemos poder y autoridad para gobernar.  Tenemos corona, unción sobrenatural de Dios, manto de realeza, los demonios nos temen porque nada puede dañarnos.

Además, en el mismo verso 3 de Isaías 61, Dios te llama árbol de justicia y plantío de Su propiedad porque a partir de ese momento, cuando asumes tu nueva identidad, te conviertes en alguien que produce fruto abundante. Formas parte de Su huerto y se acabó tu esterilidad. ¡Estás destinado a producir material y espiritualmente! Ya no pienses en escasez sino en abundancia.

En el verso 4 habla de reedificar en las ruinas porque ahora tú reconstruirás sobre lo que pudieron dañar tus antepasados. Eres un restaurador, contigo se acabó la maldición, se cerró toda puerta de maldad y ¡el enemigo ya no puede operar en tus futuras generaciones!

En el verso 5 continúan las buenas noticias porque dice que los extranjeros y extraños trabajarán para ti. Todo ciudadano del Reino tiene la capacidad de ser empresario. Dios te dará empleados que trabajen para ti. La norma lo dice, dentro de ti está el potencial no lo desperdicies. Se derramará unción fresca de ideas creativas sobre ti para que generes una empresa poderosa.

El verso 6 de Isaías 61 contiene otra ley poderosa que te establece como sacerdote, o sea, como Su representante delante de los hombres. Esto cambia paradigmas porque nos abre los ojos para ver que ya no necesitamos pedir que intercedan por nosotros sino que ahora buscaremos quiénes necesitan de nuestra intercesión. Hay una activación sacerdotal en ti, tienes audiencia plena, no requieres señales y milagros  para creer porque eres tú quien debe generarlos, como Su ministro a quien pertenecen las riquezas de las naciones.  La transferencia de esa abundancia ya viene y será sublime, tal como lo dice la Palabra. ¡Este será el mejor año de tu vida!

El verso 7 habla de honra y perpetuo gozo porque el dolor del pasado, la angustia del reino de las tinieblas no te harán sentir más tristeza. Cuando abrazas el recuerdo de las vergüenzas y amarguras de tu pasado, eres esclavo del sufrimiento, pero cuando por fe abrazas las palabras y decretos de tu Rey, tos sufrimientos se convierte en esclavos de tus victorias.

En el verso 8  la Constitución nos recuerda que el Señor ama la justicia y odia el robo e iniquidad. Todo lo que te han quitado regresará a ti. Recuerda que la justicia es una de las normas que rige este Reino.

La Constitución del Reino alcanza a quien vive según dichos preceptos y a toda su descendencia a quienes la Palabra llama “linaje  bendito de Jehová” (Isaías 61: 9).  No hay nada qué temer porque tus hijos pertenecen al Rey. ¡Si el diablo quiere hijos, deberá buscarse una diabla y tener los suyos, porque los tuyos son del Señor!  

Todo lo contrario a la Constitución del Reino de Dios se desactiva ahora mismo. Lo que toques prosperará y tendrás abundancia. Tu identidad ha cambiado por completo,  acéptalo como el dueño de tu vida y tu familia porque Su poder es justicia, bendición y perdón.


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Mantente con �xito II

Por: Pastor Cash Luna, enero 30, 2011 Mantente con éxito II

La vida es como una rueda que no puede girar sin balance en cada área: la familia, el trabajo, la salud, el conocimiento y el amor a Dios.  El Señor quiere bendecirnos y darnos éxito en todo, aunque lograrlo no es fácil.

Hay que saber manejar el éxito y los triunfos.  No seas como esas personas que logran grandes cosas y luego se olvidan del Señor que les dio la gracia y los dones para alcanzar lo que tienen. Ten cuidado y no pierdas el camino por haber recibido bendición.  Tu corazón debe mantenerse fiel y limpio, sin orgullo o soberbia porque lo que has logrado es obra de tu esfuerzo y del amor de Dios. Nunca te olvides del Señor(Deuteronomio 8:11-18).

En Colosenses 3: 22 encontramos otro consejo para mantener el éxito: hacer todo de buena gana, de corazón y con sinceridad. Encontrémosle el gusto a lo que hacemos porque el Señor nos ha puesto en ese lugar por alguna razón. La actitud correcta  favorece la promoción que Dios desea otorgarnos.

Además, hay que trabajar con excelencia y humildad, como lo hizo Jesús que nunca obró un milagro a medias. No importa a qué te dediques, esfuérzate por hacer todo bien. Una secretaria debe redactar la mejor carta, un carpintero debe hacer los mejores muebles, un estudiante debe esforzarse por sacar las mejores notas.

En las bodas de Caná, Jesús hizo un vino de mucha calidad (Juan 2: 10-11) pero no lo entregó con arrogancia, por el contrario, lo envió al responsable de la fiesta para que lo probara y  autorizara que se sirviera a los invitados. Él nos enseña sobre la excelencia y al humildad de reconocer la autoridad.

La humildad es  otra condición necesaria para alcanzar el éxito y mantenerlo porque ningún soberbio es enaltecido por el Señor que da gracia solamente a los humildes (Santiago 4:6).

Sé humilde, apártate del mal  y confía en el favor de Dios porque nada lograrás en tus fuerzas si no tienes Su gracia que es como un imán que abre puertas y otorga bendiciones.  De nada sirve tener éxito si  tienes un corazón orgulloso.

Finalmente, en Mateo 7:12 encontramos un resumen de la ley: trata a los demás como quieres que te traten.   Hacer a otros lo que no quieres que te hagan es la fórmula segura para fracasar y sufrir. Haz el bien y bendice para recibir bendición porque siempre cosechamos lo que sembramos. Dale gracias al Señor por Su amor y dile que desde hoy, trabajarás de buena gana, con excelencia, sencillez y humildad de corazón para merecer el mismo trato amable y generoso que has dado a tu prójimo.


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Mantente con �xito

Por: Pastor Cash Luna, enero 23, 2011 Mantente con éxito

El éxito llegará y se quedará si guardas en tu corazón y practicas ciertos principios poderosos. Alcanzar la cima del Everest y mantenerse allí el tiempo suficiente para apreciar la grandeza de Dios es difícil porque debes evitar morir en el camino. Quienes lo han logrado aseguran que una de las claves es mantenerse agachado durante el ascenso para evitar que el viento helado te congele.  Eso nos habla de una actitud humilde. Dios quiere bendecirte en lo espiritual y material,  así como lo hizo con Su pueblo a quien repartió las tierras y como lo hizo con Jesús que tenía la poderosa unción para levantar a los muertos. Para recibir Sus bendiciones debes demostrar humildad.

Otra clave para mantener el éxito alcanzado es amar a Dios sin importar las circunstancias. La Palabra es clara al decir que todas las cosas ayudan para bien si amamos al Señor (Romanos 8:28). No importa si el momento que pasas es bueno o malo, no importa si piensas que es poco o mucho lo que recibes de Sus manos, demuestra que amas a Dios sobre todas las cosas.  

Hay situaciones que  se ven desfavorables pero que al final obran para bien. Algo es realmente malo si logra apartarte del amor de Dios y lo utilizas como excusa para obrar como no es debido.  Actuar en rebeldía y apartarte del Señor ante una dificultad es lo que realmente te aleja del camino al éxito y es lo peor que puede sucederte.  Los problemas nos ayudan a formar carácter, aunque para algunos son instrumento de deformación. Todo depende de cómo lo veas.  Para algunos, un despido injusto puede ser motivo para dejar de ser buenos, honrados y responsables, cuando para otros es la oportunidad para pactar con Dios, buscar ser mejores y renovar la fe en Sus promesas.

La Biblia dice: “Resistir al mal y éste huirá de vosotros”. No se refiere solamente al maligno, es decir, resistir la tentación de pecar, sino también se refiere a ser fuertes ante la adversidad porque soportar lo malo, lo desagradable, te forma el carácter para alcanzar lo bueno y tener la humildad de recibirlo con un corazón agradecido.  Recuerda que los problemas son externos y tu actitud para afrontarlos es interna. Si amas a Dios sobre todas las cosas, no hay  circunstancia negativa que te dañe internamente.  ¡Yujuuu!

Ser agradecido por todos los beneficios recibidos del Señor (Salmo 103:1-2) es otra condición para mantener el éxito.  A veces parece que escribimos nuestras peticiones y quejas sobre mármol y nuestros agradecimientos sobre la arena del mar donde el mensaje se desvanece. Si la gratitud fuera como las peticiones,  saldríamos adelante más rápido. Agradece día y noche porque recibes más de lo que pides. Incluso hay cosas que no pides que tienes y no aprecias. No olvides ninguno de Sus beneficios.

No permitas que tus logros te quiten la humildad y capacidad de agradecer todo lo que has recibido del Señor. Si quieres que Dios continúe levantándote, reconoce que de hecho, ya te ha levantado bastante. Ama a Dios  y agradécele todo lo bueno que te ha dado.

Nuestra actitud de servicio es otro elemento importante para mantener el éxito y  no debe ser simplemente una apariencia. Obedece y sirve en todo momento, sea evidente para tu jefe o no.  No olvides que él, aunque pienses que es un ogro, es el instrumento que Dios usa para bendecirte con trabajo y provisión.  “Ponte la pilas” y demuestra que mereces el puesto que tienes.  Hay que trabajar para alguien de corazón, demostrando respeto a Dios (Colosenses 3:22- 23).   

Obedece si quieres recibir bendición. Para tener y mantener el éxito, antes de dar órdenes, aprende a obedecerlas. Dale gracias al Señor por todo lo que recibes de Su amor. Pídele que te ayude a tener éxito y mantenerlo con la actitud correcta, siendo fiel en todo momento y sirviéndole con un corazón humilde.


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Leyes que rigen el dinero

Por: Pastor Cash Luna, febrero 06, 2011 Leyes que rigen el dinero

La primera vez que Jesús habló del Reino, se refirió a éste como un negocio al decir: “En los negocios de Mi Padre me conviene estar”. La palabra “negocio” se refiere a lo que nos dedicamos y no necesariamente tiene una connotación económica.  Sin embargo, tanto en el Reino de Dios como en las empresas debemos concentrarnos en tener ganancias.  

Génesis 39: 3 nos cuenta que José prosperaba en todo lo que hacía. Debemos ser como él que aprovechaba la ley de la expectativa y tenía confianza en sus habilidades, por eso, era exitoso en lo que emprendía. El Espíritu de Dios quiere que prosperemos en todo lo que hagamos, dejemos el afán y la ansiedad que son enemigas del éxito.  Atrae siempre lo bueno con tu actitud positiva y optimista.

Recuerda que el Salmo 23: 1-6 nos dice que Jehová es nuestro Pastor y nada nos faltará, en delicados pastos y junto a  aguas de reposo nos hará descansar porque Su bien y misericordia nos seguirán todos los días.  Entonces, establece al Señor como el administrador de tu negocio  y respeta Sus valores como en todas las áreas de tu vida.  ¡Yuju! La prosperidad no es cuestión de suerte sino de trabajar de acuerdo a Sus preceptos.

En Hageo 2:8  leemos que la plata y el oro son del Señor e Isaías 55:5 profetiza que por Su causa las gentes correrán a ti. La enseñanza que descubrimos en estos dos pasajes es poderosa. Dios, dueño del oro y la plata, es la causa de que te sigan porque atrae magnéticamente lo que le pertenece. Entonces, al estar lleno del Señor, al levantarlo como tu prioridad, recibirás lo que es Suyo. Así que Él te da el poder de hacer las riquezas porque activa un magnetismo que atrae todo lo bueno.

Hónrale y dale la prioridad para que atraiga a tus manos lo que le pertenece. Si ves la empresa como tuya, estás utilizando a Dios para levantarte, pero si  le entregas esa empresa y la utilizas para levantar Su nombre y Su Reino,  Él vivirá allí y atraerá lo que le pertenece, es decir, el oro y la plata.  Dios es quien le da favor a la empresa que has creado para Su honra.

Siendo Pastor me interesa que las almas se salven y lleguen a Cristo. Tu empresa debe interesarse por lo mismo. Asóciala al Reino para que esté al servicio del Rey que atraerá todo lo bueno y santo.

Mateo 6: 24-25 nos advierte que no podemos servir a Dios y a las riquezas. Por ello, no debemos afanarnos por nada. La riqueza es un buen sirviente y pésimo amo. Dale la dimensión que tiene y no la aprecies más que al Señor quien te la da, así como te da la paz, el gozo y la salud.  El afán  se origina al otorgarle a la riqueza el poder de darte o quitarte la paz.  El dinero es otro regalo de Dios que puede atraerlo y ponerlo a tu servicio si demuestras que  vives y trabajas para levantar Su Reino.

Además, Mateo 6:33 nos recuerda que debemos buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia ya que todo lo demás será añadido. Este verso no dice “buscad a Dios”, dice “buscad Su Reino” que no es lo mismo.  Hay quienes le buscan a Él pero dejan de lado Sus intereses y se afanan en los propios. Entonces, su trabajo no está al servicio de Dios sino de la propia supervivencia y eso no es vivir por fe.

La clave es que tu empresa busque el Reino de Dios, no el tuyo. Estamos vivos porque debemos trabajar para darle vida a los que aún no la tienen.  Si nuestro destino fuera salvarnos, moriríamos en el instante que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, pero nuestra existencia se justifica por el trabajo que debemos hacer a favor de la expansión del Reino de Dios.  

Dile al Señor que confías en que te levantará cuando sea tiempo, mientras tanto, trabajarás, dormirás en paz  y vivirás confiado. Si descansas en el Señor, las riquezas vendrán, pero si te afanas por conseguirlas, huirán de tus manos porque les das un lugar que no les corresponde.  

Tu empresa debe servir para atraer a muchos a los pies de Cristo. Cree que puedes tener riquezas para Dios.  La ley del magnetismo es verdadera y trabajará en tu favor. Es tiempo de entregarle tu negocio al Reino para que lo haga fructificar, sea bendecido y  protegido. Levanta a Dios  en la empresa que has formado para que Él atraiga magnéticamente lo que le pertenece: el gozo, la riqueza y la paz.


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AMIGO DE DIOS

Normal 0 21 false false false ES-CO X-NONE X-NONE MicrosoftInternetExplorer4 AMIGO DE DIOS

Si estás anhelando acercarte más a Dios, entender su corazón y formar parte de su círculo de amigos, no te pierdas la predicación del miércoles pasado, en la que el pastor Orlando Reyes estuvo hablando de este tema. ¡Es increíble ver cómo Dios saca lo mejor de las peores situaciones que enfrentamos!

  

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