Estoy tan agradecido al cielo por las oportunidades que me ha dado que no tengo palabras para expresar lo que en este momento siento.
Dios ha usado a Especialidades Juveniles para cambiar la geografía eclesiástica de la pastoral juvenil en todo el continente latinoaméricano y solo puedo darle Gloria a Dios por eso.
En estas 10 ediciones de las Convenciones ha sucedido lo q parecía impensable: el tema “liderazgo juvenil” se asentó en la conciencia de la iglesia. Hoy hay pastores de jóvenes a tiempo completo que tienen claro que un pastor de jóvenes no es meramente un predicador jóven, los congresos de jóvenes siempre tienen talleres para líderes de jovenes, hay una editorial especializada en pastoral juvenil que se ha convertido por si sola en una de las 6 editoriales cristianas más grandes que hay (me refiero a Especialidades Juveniles y sin contar su relación con Vida), hay redes de líderes de jóvenes, hay institutos de pastoral juvenil, y hasta se llama de liderazgo juvenil a cosas que no son de liderazgo juvenil solo porque el termino se ha puesto de moda…. Si. Nada de eso existía antes de las Convenciones de Especialidades Juveniles.
Debido a eso hoy tengo en mis hombros el privilegio de liderar Editorial Vida y supervisar así la publicación de 100 libros por año, además de dirijir un equipazo intercontinental que es un verdadero lujo con sede en 10 países y creciendo (pronto voy a anunciar la fundación de Especialidades Juveniles en otros dos) y ni hablar de la cantidad de proyectos en los que estamos involucrados (la revista, los institutos, etc, etc). Y por eso es que me creo un deudor de mi Dios, mi familia y mis amigos. Sin ellos sería imposible que yo tuviera esta oportunidad. Puede sorprender a algunos, pero yo nunca quise convertirme en un “predicador” sino en un facilitador para que ocurra un movimiento que beneficiara a la Iglesia en cuanto a la problemática de la juventud y cuán privilegiado me siento de haber contado con el respaldo del Espiritu Santo para poder lograrlo.
Desde Septiembre del 2001 hasta acá que cada año hemos ido CRECIENDO. He disfrutado muchísimo cada vez que me ha tocado dar 7 sermones seguidos en 6 horas en 30 ciudades del continente en cada Generación Líderes que hacemos por año desde el año 2003. He disfrutado muchisimo equipar a líderes juveniles en las cumbres que hemos comenzado en 7 países diferentes, organizar las 3 Convenciones Internacionales anuales y aconsejar cara a cara a cientos de líderes cada año. No quiero ofender a nadie y son odiosas las comparaciones pero al ver que algunos amigos que me cruzo en eventos lo unico que hacen es “predicar en congresos” (si, yo se que también lo hago pero aunque sorprenda a algunos y sea lo unico que conocen de mi algunos que me conocen por youtube tengo que confesar que es una de las cosas que considero MENOS importantes en el ministerio que Dios me dio) me alegra tanto que Dios me haya dado este privilegio.
Soy un deudor. Un deudor de Dios y su Espritu que me siguen sorprendiendo una y otra vez de manera fresca y poderosa. Un deudor a mi familia que siempre me ha apoyado incondicionalmente. Y un deudor a una horda de amigos que me han bancado y acompañado para que esto fuera posible.
Todavía tengo en mi retina el glorioso final de la ultima Convención en Buenos Aires. Minutos antes hablé de que Jesús prometió que nosotros haríamos “aún cosas más grandes que él” y di mi interpretación de a qué creo firmemente que se estaba refiriendo (el que no estuvo se lo perdió) y que lujo poder cerrar un ciclo ministerial entre amigos, con gente que te ama conociéndote (que no es lo mismo que gente que te ama xq sos famoso o “predicas bien” y no te conoce) y sabiendo que las metas han sido alcanzadas.
Mi Dios, como cantábamos en la Convención: no se que viste en mi pero te doy infinitas gracias por tu respaldo.
This entry was posted on Monday, September 13th, 2010 at 11:53 pm and is filed under Uncategorized. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.
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