martes, 21 de octubre de 2008

el verdadero aguijon

Señor lector:

El siguiente es un manifiesto por el cual quiero, sin esperanza de una aclaración o discrepar en puntos, tener la certeza q aquello q nos atormenta tenga un sentido o una irracionalidad que sale del contexto hacia la misma voluntad del Padre.
Cuando leo en la palabra el capítulo de Pablo frente al aguijon de la carne, me confronto a mi situacion real, es decir, a lo q sucede conmigo, porque sabe, usted puede q piense q tenga una buena y optima relación con Dios, pero, cuando existe limites q traspasan lo real con la santidad exigida, es cunado uno cuestiona hasta q punto es tan permitido q el aguijon nos traspase, y hasta q tope debemos hacerlo tan nuestro, q asi de simple vista, la debilidad en cada uno de nosotros se vuelva algo parasitista, si me permiten la expresión, una especie de gusano q debemos soportar a causa q debemos reconocer nuestra humanidad, o dejar q las moscas hagan huevos en nuestros corazones a causa de lo soportado.

Quiero confesar q, no entiendo el limite de debilidad con pecado, me siento profundamente enredado, porq, si puedo definir mi situación, no sé hasta q punto obro segun en el perfeccionamiento de mi debilidad, y hasta q punto, los actos de ella me dejan sin alientos de luchar por superarla, si ud tiene algo q decir, le recomiendo deme una bueno explicacion de esto, porq la verdad, lo unico q veo en mi, es mas ganas de ser debil, y mas lejano la voluntad de Dios a causa de mi derrota.

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